sábado

La figura incuestionable



Recomiendo la lectura de la entrevista completa a Martín Caparros en el marco de las charlas de Eterna Cadencia, donde el autor de La voluntad expresa un concepto con el que estoy de acuerdo sin que por eso un visitante desprevenido deba incluirme en el bando de los malos.

Patricio Zunini: ¿La figura del militante alcanzó llegar a un lugar donde no se la puede discutir?

Martín Caparrós: Más que la figura del militante, la que es totalmente incuestionable es la figura del desaparecido. Yo ahí decía, entre otras cosas –y eso me acuerdo– que los desaparecidos no eran ni mejores ni peores que otros. Que en muchos casos eran gente como otros militantes, como otros tururú, que tuvieron quizá menos suerte, más obcecación, más arrojo o lo que sea. Pero frente a esta idea de que murieron los mejores, eso me parece realmente una estupidez. Trataba de sostener por qué no estoy de acuerdo con esa idea.

Los desaparecidos son un tótem muy difícil de tocar. El militante, como figura, es menos operativo. Menos operativo a la realidad contemporánea. En cambio el desaparecido es muy operativo, es el límite de la discusión. Aquello que se puede usar para justificar ciertas cosas porque es indiscutible. Porque casi nadie se atreve a poner en cuestión a las víctimas. También había una especie de discusión sobre la idea de victimización. Yo pensaba que una de las razones por las que no hubo venganza es porque es mucho más fácil y productivo ser víctima que ser vengador. Y que una cantidad de gente de algún modo lo entendió. No digo que esté mal ser víctima, ni que esté bien ser vengador, ni viceversa. Tratando de entender el mecanismo.




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