sábado

Bin Laden y los supermercados chinos


(diálogos absurdos con el almacenero, donde nos tomamos la libertad de decir cualquier cosa siempre y cuando no haya ningún otro cliente)


El viernes a la noche cruzo al almacén de enfrente para comprar puchos y una cerveza antes de que cierre, a fin de evitarme el camino más largo hasta el superchino que, naturalmente, cierra dos horas más tarde.

El almacén, como de costumbre, está vacío. Me atiende Leo, que está mirando la televisión en la sintonía de CNN, lo que es una novedad ya que en general mira C5N.

- El mundo se va a la mierda- dice.

- Para mí se fue a la mierda hace rato.

- Parece que Estados Unidos va a explotar en cualquier momento- advierte.

- Eso sí que me gustaría verlo.

-…

- No veo la hora de que explote por los aires, literalmente.- digo.

- Nooooooooooo- exclama el almacenero- Eso sí que no, sino estamos en manos de los malos. ¿Como se llama el de barba?

- …

- ¡Bin Laden! – grita- Bin Laden.

Al borde de la desesperación y viendo por qué lado viene la cosa, le digo:

- Leo, Bin Laden no existe. A vos no te hizo nada y a mí tampoco, ni antes ni después de la torres gemelas. Además si vos creés que en Medio Oriente están los malos, estás cayendo en el jueguito de los yanquis, eso de que ellos son los buenos y los malos son los tipos con turbante. Esa no se la cree ni mi abuela, que cree un montón de boludeces. Me extraña, Leo.

- Noooooo – exclama nuevamente- Si Estados Unidos se cae, el mundo queda en mano de los terroristas y todo se va a la mierda. No nos salva nadie si ellos tienen el poder.

- Leo, vos te creés todo lo que dicen el la tele- Me pongo didáctico-. Los que tienen el poder ahora son los yanquis y muy bien no estamos. Además son los únicos que no ocultan su costado imperialista. Tienen un ejército de la puta madre, invaden todos los países que se le cantan las bolas, y matan gente por todos lados. Y es más que evidente que se quieren quedar con el petróleo, porque si no, no tiran ni un petardo en Irak, Afganistan y Pakistán.

-Eso del petróleo es un invento- afirma-. Si ya hay países como Francia y Alemania que están probando con la energía solar, y hay autos que andan así.

- ¿Energía solar? - pregunto.

-Sí- confirma mi almecenero.

- Por cada mil autos a nafta, se producen cien a diesel, y uno a energía solar, Leo.

- No te creas- dice.

- Que yo sepa en Estados Unidos el sol también sale, asi que no habría ningun problema que vendan autos a energía solar. El problema es que a Estados Unidos la energía solar le chupa tres huevos, porque ellos necesitan el petróleo que, obviamente, no tienen. No te olvides que la familia Bush, esos hijos de remilputas, tienen empresas petroleras o vinculadas al petróleo, y saben que la torta está en otro lado, Sri Lanka, si querés, pero no en EE.UU. Por eso invadieron medio oriente cuando estuvieron en el poder.

- Entonces, para vos, si Estados Unidos se va a la mierda definitivamente , ¿quién se queda con la manija del poder?

- Yo qué sé – le digo-. A lo mejor queda en manos de los rusos o de los ingleses o de los chinos… No tengo idea, pero seguro que cualquiera de esos es mejor que los yanquis.

- ¡Los chinos!- exclama.- No, por dios. Si los chinos tienen la manija, llenan el mundo con supermercados. Dejame de joder con los chinos. Estoy fundido por los chinos. Me tienen los huevos al plato los chinos. Para eso me quedo con los yanquis-. Concluye.





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