miércoles

Cada vez que voy a comprar un libro


termino comprando otro que no fui a buscar. Esto me pasa porque el libro buscado está a un precio imposible para mi economía filoindigente o agotado en la librería Hernández, que para mí es la mejor librería de Buenos Aires. Como la vez que fui a comprar Los detectives salvajes (de Bolaño) y terminé comprando El dicurso vacío, de Levrero, lectura que disfruté muchísimo. O la vez que fui a comprar Lecciones para una liebre muerta, de Bellatin, y terminé comprando La conspiración de los porteros, de Ricardo Colautti.
Esta vez fui a comprar el libro de un autor argentino, editado recientemente, que al final no compré porque estaba editado por Anagrama, que es para mí la editorial más cara del mundo con el mejor catálogo. La segunda opción era conseguir Apuntes de un voyeur melancólico, de Mario Levrero, que obviamente no tenían. Entre las cosas interesantes que vi, estaba Aquende de Juan Filloy, y muchas de sus novelas reeditadas; En la frontera de Cormac Mc Carty, y El curioso incidente del perro a medianoche (Mark Hoddon). Pero me llevé La niña del pelo raro (Girl with curious hair) un libro de cuentos de David Foster Wallace, con una traducción mexicana, lo que ya es decir mucho, a 32 pesos, una ganga. El primer cuento (“animalitos inexpresivos”) ampieza así:

Es 1976. El cielo está encapotado y lleno de nubes grises. Son unas nubes bulbosas, arrugadas y brillantes. El cielo parece un cerebro. Debajo del cielo hay un campo azotado por el viento. Una autopista blanquecina se extiende junto al campo. Pasan muchos coches. Uno de los coches se detiene al lado de la autopista. Dos niños pequeños salen del coche, acompañados por una mujer joven con cara de palo. Al volante hay un hombre que mira fijamente hacia delante. Los niños están callados y tienen la piel muy pálida. La mujer lleva algo pesado dentro de una bolsa de compras. Sostiene la bolsa con cara inexpresiva. Lleva a los niños pálidos y la bolsa hasta el poste de una cerca de madera que hay en el campo, junto a la autopista. Los niños tienen las manos pequeñas y las colocan sobre el poste. La mujer les dice que sigan tocando el poste hasta que vuelva el coche. Ella entra en el coche y se marcha. Hay una vaca en el campo, junto a la cerca. Los niños tocan el poste. El viento sopla. Se quedan allí todo el día.


2 comentarios:

  1. Cómo es posible que no hayas comprado Aquende...
    (y encima para decirte esto tengo que demostrar que no soy un robot)

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  2. "Apuntes de un voyeur melancólico" es parte del libro "Espacios Libres" editado por Puntosur en Argentina y Uruguay en el año 1987. Desconozco la existencia de otra edición.

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