jueves

Cuento chino

LA DISPERSIÓN (EL DESBANDE)

Hwân indica progreso y éxito. El rey acude al templo ancestral, y será bueno cruzar el gran torrente. Será conveniente mantenerse firme y correcto.

VIENTO SOBRE AGUA

1º. Esta línea muestra al
sujeto empeñado en rescatar del mal que se cierne, contando con la ayuda de un corcel fuerte.
Habrá buena fortuna.

2º. Esta línea muestra al
sujeto en medio del desbande, apresurándose en maquinar seguridad.
Desaparecerá todo motivo de arrepentimiento.

3º. Esta línea muestra al sujeto
descartando todo
respeto hacia su persona.
No habrá motivo de arrepentimiento.

4º. Esta línea muestra al sujeto dispersando a los diversos partidos del Estado, lo cual conduce a
formidable fortuna. Del desbande vuelve a obtener buenos hombres, una multitud del tamaño de una colina, lo cual no se le hubiera ocurrido a los hombres comunes.

5. Esta línea muestra al sujeto en medio del desbande, haciendo sus grandes anuncios, a medida que el sudor fluye de su cuerpo. También dispersa las acumulaciones de los graneros reales.
No habrá error.

6º. Esta línea muestra al sujeto disponiendo de las que pueden ser llamadas sus sangrientas heridas, y separándose de sus ansiosos temores.
No habrá error.

……………..


Este exagrama me salió hace más de un año, durante una noche en que consulté (creo que por única vez) ese libro indecodificable que es el I Ching, forzado por una visita pasajera entusiasmada con las profecías del texto. Recuerdo bien ese momento porque luego de la lectura de estas líneas, las dos personas que estaban conmigo esa noche, comenzaron a repetirme hasta el cansancio una sola de todas las frases que allí aparecían y cuya riqueza sólo ahora puedo apreciar. Me decían: “Dale loco que tenés que cruzar el gran torrente.” Y otras vaguedades de ese estilo que acompañaban con una sonrisa un tanto molesta, porque Fede y Caro parecían víctimas felices de una inminente borrachera. Y yo, a las cuatro de la mañana, quería irme a dormir y no sabía cómo echarlos educadamente, ya que me esforzaba por ser un buen anfitrión, aun a esas horas. Así que mientras estos dos inadaptados me boludeaban, apretaba las teclas de un Casiotone tratando de sacar la melodía de una vieja canción. Dije que recordaba todo esto perfectamente, sin embargo no recordaba que gran parte de las cosas que se afirmaban en ese enigmático oráculo iban a determinar los hechos que sucedieron meses después de un modo totalmente contrario a la promesa de “éxito y progreso” que están en la primera línea. Es dificil saber qué clase de operación hermenéutica es la adecuada para interpretar los comentario a los exagramas del I Ching, pero incluso prescindiendo de ese detalle, nada nos impide pensar que la frase fundamental del texto no es aquella que refiere a cruzar el gran torrente, sino aquella que reza: “el sujeto en medio del desbande, apresurándose a maquinar seguridad”. (Lo que viene a confirmar, por otra parte, el título del apartado). Es notable el uso del verbo “maquinar”, puesto que, ante la imposibilidad de rescatarme del mal que se cernía, «maquinar» he maquinado mucho, sobre todo, en los meses antes de la dispersión definitiva a la que no me pude sustraer, posiblemente, porque nunca logré maquinar una solución que no fuera la de "los hombre comunes" ni mucho menos conseguir un “corcel fuerte”.


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