lunes

Noticias del más allá

Esta tarde me dormí una súper siesta en la que soñé con mi abuela súper muerta. Sentada en una silla de la cocina, me contó que estaba haciendo terapia por teléfono. Dijo que habló con su analista de lo mal que se sentía por haber hecho abortar a Vivi (una prima que en la realidad nunca abortó, más que su destino). De pronto veo que se asoma un perro, que no era mi perro, por el techo de mi casa. Era un perro que estaba mirando para abajo, de modo que yo veía su cabeza al revés. Entonces interrumpí la charla y subí al techo de mi casa preguntándome cómo carajo había llegado hasta ahí. El perro no se dejaba agarrar, me mostraba los dientes el muy hijodeputa. Entré a mi casa y mi vieja estaba hablando en la vereda con un tipo y una nena, quienes eran los dueños del perro. No sé cómo termina el sueño porque me desperté muerto de sed (porque duermo como un opa, con la boca abierta). Le dije a mi vieja:
_ Acabo de soñar con la abuela.
_ Uyyyy.
_ Me contó que estaba haciendo terapia por teléfono.
_ Jája. Jugale al 48.
La miré como pidiendo una explicación.
_ El 48 es el muerto que habla. Si no habla jugale al 47.
_ Mirá vos.

La próxima vez que sueñe con mi abuela, a mi vieja no le digo nada porque sale con boludeces. Y si estoy hablando con mi abuela en un sueño y aparece en el cielo la Nave Nodriza con once marcianos que me invitan a ir de putas, ni me muevo y sigo charlando con mi abuelita, de quien no tengo noticias hace rato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario